A 35 años de Italia 90

Había llegado el momento. Argentina, campeona defensora tras la gloria en México 86, salía a la cancha en el partido inaugural del Mundial de Italia 1990. En el imponente estadio "Giuseppe Meazza" de Milán, el equipo de Carlos Bilardo enfrentaba a Camerún, en un duelo que, en la previa, parecía accesible. Pero la historia sería muy distinta.

Fue derrota por 1 a 0, con gol de François Omam-Biyik y una colección de golpes que la selección africana repartió con total impunidad. Argentina jugó mal, se mostró desconectada y terminó sufriendo una de las sorpresas más grandes en la historia de los mundiales. Aquel partido fue un duro golpe para un plantel plagado de dudas, lesiones y polémicas en la previa.

Argentina llegó al Mundial de Italia 1990 con más dudas que certezas. El equipo arrastraba una etapa opaca entre México ‘86 e Italia, con apenas 6 triunfos en 30 partidos, 12 empates y la misma cantidad de derrotas. Con solo 24 goles a favor y 34 en contra, incluso pasó siete partidos sin marcar, entre 1989 y 1990.

Carlos Bilardo utilizó 50 jugadores en ese lapso, 30 de ellos debutantes. Muchos de los que mostraban condiciones eran vendidos al exterior, lo que lo obligaba a viajar y armar el equipo casi artesanalmente. En su estilo, practicaba movimientos individuales con jugadores en distintos países, como con Burruchaga en Francia o Ruggeri en España.

El gran déficit era la falta de gol. Probó con varios delanteros sin encontrar respuestas, y aunque Caniggia era el mejor, casi queda afuera por “no estar listo”. En busca de alternativas, convocó a Jorge Valdano, ya retirado y periodista, quien incluso jugó amistosos. Sin embargo, a último momento lo desafectó. “Después de nadar seis meses, fui a morir en la orilla”, dijo el propio Valdano.

Todo lo que vino después, es historia conocida, sin final feliz para los argentinos, pero con un nivel de emotividad, pocas veces visto para el sentimiento por el fútbol y por nuestra selección.

Maradona contra Camerún: Diego soportó tremendas patadas, que muchas, ni siquiera fueron sancionadas. (Foto: Web)

Claudio Paul Caniggia, el socio perfecto de Maradona y tan importante para la selección Argentina, en Italia 90. (Foto: Web)