Sub 17: Se apagó la ilusión de los pibes en Brasil

El seleccionado Sub 17 de fútbol de la Argentina se despidió del Mundial de la categoría con una increíble derrota por 3-2 frente a Paraguay, en el cierre de los octavos de final del torneo que se disputa en Brasil.

En el estadio "Kleber Andrade", en Cariacica, Vitoria, Argentina se puso en ventaja con goles de Exequiel Zeballos (27) y Matías Godoy (42) para una ventaja parcial. Pero Paraguay lo dio vuelta en el segundo tiempo; descontó con gol en contra de Lautaro Cano (58), lo empató Diego Torres (72) y Diego Duarte (86) anotó el 3-2 guaraní con un potente remate.

El duelo sudamericano empezó con la presión alta por parte de Paraguay, con la idea de no dejarle la iniciativa a la Argentina, pero el seleccionado albiceleste se asentó mejor con el paso de los minutos a partir de un juego más prolijo. Paraguay intentó atacar con más rapidez, en la búsqueda de Torres y Duarte, pero fue el conjunto argentino el que impactó primero. Llegó por primera vez con riesgo con un remate de Palacios desde la medialuna que obligó a la estirada del arquero rival. Enseguida llegó el 1-0: desborde de Vera por la derecha y centro cómodo para el cabezazo de Zeballos a espaldas de la defensa guaraní y por el primer palo de González.

Ya con la ventaja Argentina se hizo dueño, desde el juego y lo psicológico, del desarrollo del encuentro, lo que le permitió irse al descanso aún con mayor tranquilidad cuando Francisco Flores peinó un tiro libre lanzado por Palacios al que no llegó Bruno Amione pero sí Matías Godoy, el goleador de Atlético Rafaela, que con remate bajo y cruzado, de derecha a izquierda, puso un 2 a 0 a esa altura totalmente justificado.

El complemento

Pero en la segunda etapa todo iba a cambiar, para lamento de la Argentina y la euforia de Paraguay, a partir de los aciertos en las modificaciones practicadas por Morinigo el entrenador de los "guaraníes".

Es que el ingreso de Matías Segovia por el "chiquilín" Fernando Ovelar (15 años) le dio mayor consistencia a los ataques de los paraguayos, que, a través de una buena gestión del recién ingresado, llegó al descuento cuando su remate final rebotó en el arquero argentino Rocco Ríos, pegó en Cano y terminó ingresando unos centímetros dentro del arco albiceleste, algo que el árbitro debió corroborar a través del VAR.

Impulsado por esa conquista Paraguay fue por el empate con su arma históricamente más poderosa: el juego aéreo.

Y en uno de los tantos centros que lanzó sobre el área de Argentina, que se vio afectada por el descuento y empezó a temer por su victoria parcial, regalándole demasiado terreno a su rival en la tenencia del balón, éste le cayó dentro del área a Torres, que definió con una media vuelta que se clavó junto al poste izquierdo del arco albiceleste.

Y a cuatro minutos de cumplirse el tiempo de regular, sin dar lugar a los penales, Diego Ariel Duarte, el joven jugador de Olimpia, cuyo padre lo bautizó con esos nombres porque admiraba a Maradona y el "Burrito" Ortega, se inspiró en un rápido contraataque; le ganó el uno a uno a Amione, y venció a Ríos contra el ángulo derecho con un violento zurdazo.

Después ya no hubo espacio para nada más que mostrar la impotencia argentina, reflejada en la expulsión de su "joya", Matías Palacios, luego de un tumulto en el medio del campo. Esa fue la imagen de la decepción y el dolor que causó esta eliminación prematura pero, sobre y ante todo, la evidencia de un sueño roto que parecía tener bases sólidas cuando el cordobés Aimar lo empezó a construir en el predio de AFA.

Paraguay jugará en los cuartos de final con Holanda, que el miércoles superó en octavos de final a Nigeria, por 3 a 1. Este cruce se disputará el domingo próximo a las 16.30 en el mismo escenario de Vitoria.