La Copa Santa Fe nació en 2016 apuntalada por el Gobierno de la provincia, cuando todavía gobernaba el partido Socialista, por eso cuando la Casa Gris cambió de administración con la llegada de Omar Perotti en diciembre, más de uno se preguntó si la Copa continuaría o sería el fin del torneo provincial.

Para que el torneo provincial se convierta en una marca registrada del Futbol Santafesino, ayudaron los millones de pesos que aportó en premios el Estado. Ese incentivo, no tanto para los equipos grandes, pero sí para los clubes más modestos fue clave para instalarla, además, claro, de la posibilidad de ganarse el privilegio de avanzar en la Copa y codearse con los equipos de Primera División y Nacional B de provincia.

En ese proyecto, la Federación Santafesina de Fútbol, tuvo un papel protagónico, especialmente en la cabeza de su presidente, Carlos Lanzaro, quien recorrió la bota junto al ex gobernador Miguel Lifschitz para difundir y lanzar el torneo en más de una docena de ciudades y pueblos. 

Sin embargo, tras la derrota socialista y cuando se esperaba una señal de la nueva administración para reeditar la competencia, la Pandemia enfrió las cosas y pateó para adelante cualquier posibilidad de continuar con el torneo que, tras 4 años de competencia,  construyó una identidad difícil de borrar en el ambiente futbolero.

El peronismo tomó nota de eso y si bien nunca se pronunció sobre el tema, tampoco había decartó la idea hasta que ayer,  se conoció una reunión entre el Gobernador Omar Perotti y el mandamás de AFA, Claudio "Chiqui" Tapia quien reconoció las credenciales de la competencia provincial "Esta copa es importantísima para la provincia", dijo además de asegurarle el apoyo al gobernador para que el certamen siga.

¿La Copa media vacía?

La noticia, sin embargo, no habría caído bien en la Federación Santafesina de Fútbol que se enteró del encuentro por los medios. Las razones de por qué no fueron invitados no están claras, pero cabría preguntarse si existe algún tinte político en el desaire. 

PaloyGol.com.ar llamó al presidente de la Federación para entender un poco las cosas y le preguntó qué sabían del tema: "La verdad nosotros no sabemos nada porque el gobierno nunca nos llamó. Nadie sabía nada de esa reunión", se mostró sorprendido Lanzaro. 

Al respecto, y sobre la postura que va a tomar la Federación Santafesina, el dirigente no anduvo con vueltas y avisó que "tendremos que reunirnos calculo (sic) porque sin nosotros no hay torneo", disparó.

Sobre las razones de no porqué nunca se acercaron desde la Provincia en todo este tiempo y por qué no fueron invitados ahora, el titular de la Federación evitó polemizar: "No es algo que pueda responder yo, tendrían que preguntarle al Gobierno", señaló para cerrar.

La confusa situación resulta un indicio de un posible conflicto entre la Federación Santafesina y la Provincia o es solo una especulación exagerada. ¿Si la entidad que rige el fútbol santafesino no apoya, peligra el torneo? Habrá que esperar qué sucede.